sábado, 12 de noviembre de 2016

Los psicofármacos entre los más usados...

La asistencia psiquiátrica ha ido en aumento en los últimos años y se considera que en esto esté influyendo, entre otros factores, la psicologización o psiquiatrización de los problemas cotidianos de la vida. Aunado a esto se debe mencionar el aumento de la utilización de #psicofármacos, los cuales se encuentran entre los tratamientos más prescritos por los #médicos de atención primaria y por médicos no especialistas en el área de la Psiquiatría. Situación que debería llamar a la reflexión ya que en muchos casos estos pacientes no cumplen con los criterios de una entidad diagnostica que amerite medicación con dichos medicamentos.  
Por esto quiero exhortar a los médicos no especialistas en el área de la #saludmental a derivar a un médico psiquiatra a todo paciente que consideren requiere el uso de un psicofármacos, a fin de evitar el uso inadecuado de ellos. Y a los pacientes a buscar ayuda especializada en el área, ya que el malestar que les aqueja podría mejorar sin el uso de medicamentos y en caso de requerirse recibirían la información adecuada en cuanto a elección del fármaco, tiempo de respuesta, tiempo de uso, suspensión o cambio del medicamento, interacciones farmacológicas y contraindicaciones. 
Hagamos las cosas como se deben hacer ‼️
#felizdia #sábado #12 #noviembre 😊☕️🌻
#hablandodepsiquiatria #enfermedadesmentales y #tratamientos 💉💊
#Psiquiatrialdia fomentando #SaludMental y #creandoconsciencia por una #psiquiatriasinestigmas y por un #mundosinetiquetas 🎋🇻🇪🎋

martes, 1 de noviembre de 2016

HIPOMANÍA


Al hacer mención a  la hipomanía, nos referimos a un período bien definido en el cual el estado de ánimo es anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, acompañado de un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía, que dura como mínimo cuatro días consecutivos y está presente la mayor parte del día, casi todos los días.

Durante el período de la alteración del estado de ánimo y aumento de la energía y actividad, han persistido al menos tres de los síntomas siguientes:
1. Aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza.
2. Disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado después de sólo tres horas de sueño).
3. Más hablador de lo habitual o presión para mantener la conversación.
4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos van a gran velocidad.
5. Facilidad de distracción (es decir, la atención cambia demasiado fácilmente a estímulos externos poco importantes o irrelevantes), según se informa o se observa.
6. Aumento de la actividad dirigida a un objetivo (social, en el trabajo o la escuela, o sexual) o agitación psicomotora.
7. Participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de consecuencias dolorosas (p. ej., dedicarse de forma desenfrenada a compras, juergas, indiscreciones sexuales o inversiones de dinero imprudentes).

Estos episodios se asocian a un cambio del funcionamiento de la persona que no es característico de ella y que es observable fácilmente por parte de otras personas, no suele ser ocasionado por el efecto de alguna sustancia y no es tan grave como para causar una alteración significativa de su funcionamiento y no suelen necesitarse las hospitalizaciones. (Criterios diagnósticos DSM-5)