martes, 1 de noviembre de 2016

HIPOMANÍA


Al hacer mención a  la hipomanía, nos referimos a un período bien definido en el cual el estado de ánimo es anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, acompañado de un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía, que dura como mínimo cuatro días consecutivos y está presente la mayor parte del día, casi todos los días.

Durante el período de la alteración del estado de ánimo y aumento de la energía y actividad, han persistido al menos tres de los síntomas siguientes:
1. Aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza.
2. Disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado después de sólo tres horas de sueño).
3. Más hablador de lo habitual o presión para mantener la conversación.
4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos van a gran velocidad.
5. Facilidad de distracción (es decir, la atención cambia demasiado fácilmente a estímulos externos poco importantes o irrelevantes), según se informa o se observa.
6. Aumento de la actividad dirigida a un objetivo (social, en el trabajo o la escuela, o sexual) o agitación psicomotora.
7. Participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de consecuencias dolorosas (p. ej., dedicarse de forma desenfrenada a compras, juergas, indiscreciones sexuales o inversiones de dinero imprudentes).

Estos episodios se asocian a un cambio del funcionamiento de la persona que no es característico de ella y que es observable fácilmente por parte de otras personas, no suele ser ocasionado por el efecto de alguna sustancia y no es tan grave como para causar una alteración significativa de su funcionamiento y no suelen necesitarse las hospitalizaciones. (Criterios diagnósticos DSM-5)

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